Opinión de Darío Celis
EL GOBIERNO DE la Presidenta Claudia Sheinbaum alista el primer apretón de cinturón de cara al objetivo de reducir en tres puntos el enorme déficit de casi 6% del PIB que le heredó Andrés Manuel López Obrador.
Como medida de arranque, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que encabeza Rogelio Ramírez de la O, se apresta a reducir 10% el presupuesto de la nómina del gobierno federal.
El gasto anual por ese concepto ronda los 2 billones de pesos, por lo que un recorte como el que ya se empezó a notificar implicaría un ahorro de aproximadamente 200 mil millones de pesos anuales.
Ese monto de saque y con cargo a miles de empleos que serían afectados en la estructura gubernamental del segundo piso de la 4T, representa apenas alrededor de un 0.64% del PIB.
A juicio de analistas, Ramírez de la O se impuso la cuasi “imposible” meta de reducir tres puntos porcentuales el déficit derivado de las costosísimas obras faraónicas y programas sociales de López Obrador.
Cada punto equivale a cerca de 310 mil millones de pesos, por lo que reducirlo a 3% significará un ajuste de 930 mil millones de pesos, casi un billón de pesos, la mitad de lo que vale la nómina de burócratas cada año.
En la primera cirugía mayor que se prepara, debutarán ya de manera destacada, tanto la nueva subsecretaria de Egresos, Bertha Gómez Castro, como el flamante subsecretario del ramo, Edgar Amador.
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