
Urge Estado de derecho
Opinión de
Los problemas de México ante Estados Unidos rebasan por mucho el ámbito arancelario y de comercio. La inseguridad, los asaltos en carreteras, la extorsión, el cobro de piso, la desaparición de personas y el secuestro siguen dibujando parte del perfil extremo del Estado fallido.
La reacción de la abuela que asesina a dos personas que se negaban a devolverle su propiedad, es reflejo de la debilidad y pérdida de un Estado de derecho y de un gobierno indiferente ante el linchamiento y la justicia por propia mano, que promueve y admite también la desaparición de organismos constitucionales defensores de la libre competencia, la transparencia y la rendición de cuentas.
México registra niveles estratosféricos de violencia, muy por encima de Ucrania y otras zonas de guerra. Enderezar la seguridad pública plantea el reto formidable de evitar que continúe la demolición del Estado de derecho en su conjunto, es decir, de la legalidad, el respeto a las reglas del juego y a las instituciones propias de una república democrática, cuyo funcionamiento cimentaría la certeza jurídica, las inversiones productivas, el crecimiento económico y el desarrollo social.
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