Unos lo atribuyen a una petición de Claudia Sheinbaum.
Otros a una lamentable omisión de Palacio Nacional en las premuras frenéticas de Andrés Manuel López Obrador para darse el gran gusto al final de su sexenio.
Ha iniciado el nuevo sexenio y la flamante Presidenta tiene ahora la oportunidad de abrirse un espacio de independencia entre las pesadas losas impuestas por su mentor y antecesor.
El beneficio, debe anotarse, es para todos los mexicanos.
Y para qué seguir: son siete y en ellos incluya, ni más ni menos, los dedicados a evaluar la pobreza (Coneval) en el país y la calidad de la enseñanza básica (Mejoredu), en la cual se ha rezagado el país frente al mundo.
Y del INE de Guadalupe Taddei y el Tribunal Electoral de Mónica Soto luego comentamos.
La columna completa, aquí:
Órganos autónomos y un espacio de libertad para Claudia (msn.com)