Opinión de Marcela Gómez Zalce null
Un enjambre delictivo es una forma de criminalidad organizada.
Un enjambre es un término que describe un conjunto o grupo grande de organismos que se mueven juntos de manera organizada. El término con el cual se nombró una de las operaciones más ambiciosas en los últimos seis años marca una frontera clarísima del cúmulo de responsabilidades, omisiones y colusiones de un grupo nutrido de funcionarios de los tres niveles de gobierno en el sexenio de López Obrador con grupos criminales a los cuales se les permitió empoderarse y cogobernar regiones enteras.
La presidenta Sheinbaum ha expresado que se va a pacificar al país lo que de facto enfatiza la realidad sobre la formalidad; el desastre integral en materia de seguridad.
La duración de la recopilación de datos e inteligencia para llevar a cabo el inicio del gran operativo “Enjambre” fue de varios meses. ¿Sorprende la hidra político-criminal?
Uno de los factores detonantes para empezar a desarticular la (no tan) compleja red de vínculos de los grupos delincuenciales fue sin duda la presión externa que se acentuó con la victoria de Donald Trump que llegará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
México y su gobierno transformador es epicentro hace varios años de las consecuencias de tolerar y empoderar la pax narca.
Los resultados están a la vista sobre la colusión y corrupción de las áreas políticas y de seguridad. Uno de los epicentros es el Estado de México donde la podredumbre ha contaminado municipios enteros con el resultado de varios funcionarios detenidos por su presunta implicación en actividades ilícitas. Nuevamente, ¿sorprende la hidra político-criminal?
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