Su programa de salud, que quiere revolver el desastre que heredó cuando tendríamos un sistema mejor que el de Dinamarca y luego que el mejor de todo el mundo, lo que retrata su obsesión y engaño, con un programa, ahora organizado, que busca atender las necesidades de los mexicanos, pendientes y desatendidos durante los pasados cinco años y diez meses del lopezobradorismo.
Me podrán reclamar algunos puntos, pero les respondo que estamos, sin duda, ante un régimen diferente, en cuanto a protagonismos, discursos, propaganda y engaños.
Son muchos los temas pendientes, algunos gravísimos, que hereda Sheinbaum, que ya atiende sin necesidad de romper, lo que desde la finca de Palenque no sé si tenga claro, a partir de la soberbia de quienes no están conmigo, están contra mí.
El anuncio, ayer, con el doctor David Kershenovich, en materia de salud, medicinas y atención, que en el gobierno anterior fue un desastre de corrupción, es una señal.
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