Las blindadas, para el servicio secreto de Cuéllar…. Todo es
Opinión de Manuel López San Martín
En la ruta del experimento en el que nos encontramos, hay obstáculos y opacidad. El riesgo del caos es alto.
La elección para elegir jueces, magistrados y ministros el próximo año, está repleta de enredos y cosas raras. Es una trampa.
A dos meses de la aprobación de la reforma que ordenó una elección inédita, y con el proceso electoral extraordinario en curso, no sabemos ni lo básico: ¿quiénes contarán los votos? ¿Cuántas casillas se instalarán? ¿Cómo se decidirá dónde se instalan? Es más, no hay claridad siquiera sobre si habrá recursos para organizar los comicios, que de por sí son un enredo, pues el procedimiento para votar será engorroso, largo (con cientos de nombres en distintas boletas) y con posibilidades infinitas de que las cosas salgan mal.
El INE, por ejemplo, solicitó 13 mil 205 millones de pesos para la organización de la elección. Morena y sus aliados, que votaron el pasado miércoles el presupuesto de Egresos 2025, no solo no les dieron esos recursos; les quitaron más. Al Instituto le recortaron 13 mil 476 millones de pesos. ¿Con qué dinero se organizará la elección?
Parece que ni al gobierno ni a la 4T le interesa demasiado que haya una elección que garantice la certeza y confianza. Le exigen al árbitro electoral organizar unos comicios, pero no le dan dinero.
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