El Bestiario: Tlaxcala: El fuego morenista que vino de adentro

Corrupción, S. A. de C. V.
Soy el gandalla que comete su primer robo, solo porque puedo; soy el que se detiene en la carretera al ver un camión volcado, no para asistir al conductor, sino para robarme la tele, la lavadora, el papel sanitario o la mercancía que encuentre; soy el que le canta al Mencho y el que baila los tumbados, soy el cobrador de piso, el invasor de casas, el alcalde que obedece órdenes del Ardillo; soy el que bloquea carreteras, el que roba autos, el que asalta transeúntes, el que cierra negocios por cualquier excusa; soy el que mata niños, el que perdona a asesinos, el que alega que no se trata de huesos humanos, sino de animales; soy el que perdona al Cuau, el que comercia huachicol, el que pone sobreprecios a medicinas, el que vende balasto y soborna para que no lo rechacen; soy el empresario que mira a otro lado a cambio de contratos; el general contratista de la Defensa, el invidente a sueldo de la Guardia Nacional; soy el que destruye a México por obediencia al señor de La Chingada, el que se pasa la ley por el arco del triunfo, el que blinda a sus políticos tramposos, el que roba antes para que otros no roben después; soy el que soborna a funcionarios, el que pide sobornos, el que vende su voto y el que lo compra.