AMLO celebra su patraña de que el servicio de salud que deja es “mejor que el de Dinamarca” y su silvestre “consulta” sobre el Poder Judicial en el mitin del domingo.
–¿Para hacer enojar a sus opositores? –le preguntaron.
“No (…), ¿cómo se le llama en el periodismo? Para que hubiera miga, eso, para que tuvieran algo que decir…”.
El lunes y el martes les tundió a Joaquín López-Dóriga y Ciro Gómez Leyva:
“Me molestó mucho lo que hizo López-Dóriga”, confesó. “Ya está muy enojón, corajudo”, afirmó por algún comentario lógico sobre su ridícula reunión con youtuberos abyectos que supone mejores que los periodistas “tradicionales”.
De Ciro dijo ayer:
“Se enoja mucho conmigo, debería de serenarse. Pero fíjense lo que ha hecho nuestro amigo Ciro…”. Y ¡sopas!, exhumó encuestas erradas en las elecciones que perdió ante Calderón y Peña.
Joaquín le reviró:
“No se enoje conmigo (…). ¿Qué, alguien de los suyos se va animar a hacerme algo? ¿Quiere decime que mi familia se debe preocupar porque usted está muy enojado conmigo? ¿Qué me quiere usted decir, que debo tomar alguna previsión? ¿Qué, me debo preocupar? No, presidente (…). Lo que le voy a reclamar (…) es el daño que usted le ha hecho a mi familia. Me ha mencionado 309 veces en lo que va de su gobierno, 309 alusiones, todas de acoso. Si eso no es un acoso desde el poder, ahí luego me explica lo que es…”.
“No se enoje conmigo (…). ¿Qué, alguien de los suyos se va animar a hacerme algo? ¿Quiere decime que mi familia se debe preocupar porque usted está muy enojado conmigo? ¿Qué me quiere usted decir, que debo tomar alguna previsión? ¿Qué, me debo preocupar? No, presidente (…). Lo que le voy a reclamar (…) es el daño que usted le ha hecho a mi familia. Me ha mencionado 309 veces en lo que va de su gobierno, 309 alusiones, todas de acoso. Si eso no es un acoso desde el poder, ahí luego me explica lo que es…”.
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