El Bestiario: Tlaxcala: El fuego morenista que vino de adentro

¿Adiós a los narcocorridos?
Con el fin de evitar que a través de la música se haga apología de la violencia contra las mujeres, al crimen organizado y a las drogas, el gobierno de México anunció un concurso para promover corridos tumbados libres de contenido violento.
Algunas bandas musicales, como Grupo Firme, han señalado estar de acuerdo con impulsar letras libre de violencia y lo mismo hizo, el fin de semana, el intérprete de corridos tumbados, Luis Conriquez en la Feria de Texcoco, pero le fue muy mal.
Durante su presentación del 11 de abril en la Feria del Caballo, el cantante advirtió a su público que no interpretaría corridos tumbados para seguir los nuevos lineamientos del Gobierno, decisión que no les cayó muy bien a sus seguidores quienes aventaron cerveza y las sillas al escenario rompiendo los instrumentos musicales y equipo técnico.
Ante ello, la presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que no se han prohibido los corridos tumbados, pero que sí se quiere impulsar un cambio en las letras para que ya no tengan contenido violento.
Los corridos tumbados son un subgénero de los populares corridos mexicanos y fusionan el rap, el hip hop, el reggaetón, y a menudo aborda temas que tienen que ver con violencia, uso de armas y consumo de drogas.
De acuerdo con la académica Sandra Oceja Limón, del Centro de Estudios Sociológicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, la influencia del narcotráfico logra ir más allá de la práctica, también consigue que los narcotraficantes y sus estilos de vida sean populares y que esto se imponga como costumbres y tendencias en una sociedad, tanto que se habla de una narcocultura.
La columna completa, aquí: