Señorío Tlaxcalteca… La autoridad bajo el escrutinio público

SIN CENSURA…. “Transformamos Tlaxcala” en laboratorio de narcos…la guerra de las delegaciones
Opinión de Roberto Nava
“Transformamos Tlaxcala” y si le creo a la Gobernadora Lorena Cuéllar cuando usa esa frase apantalladora y mamalona.
Y que mejor que usarla a su regreso de las Europas, donde seguramente la cantaleta vendrá acompañada de loas y una alta expectativa que, en los hechos, ni Usted ni un servidor seguramente las veremos en lo que queda de su sexenio
Fue más de una semana que la Gobernadora Cuéllar estuvo en Europa como parte del FITUR 2025, y que bueno que el Estado trascienda a otros niveles con la expectativa de atraer turismo que permitan al Estado ser más competitivo y del interés mundial.
Seguramente con esa promoción las carretonadas de turistas internacionales habrán de abarrotar el Estado de Tlaxcala, aunque en los hechos no se tenga infraestructura para recibirlos.
Que conste que no quiero pecar de mal pensado ni que sea agorero del fatalismo, ya en alguna ocasión lo escribí y hoy retomo parte de ello.
El Estado de Tlaxcala no cuenta con infraestructura hotelera que pueda recibir a turistas de otras partes del mundo, no tiene señalética en las calles del primer cuadro ni alternas, ni mucho menos en el resto de los 59 municipios que permitan orientarse a los visitantes.
Tampoco se cuenta con alternativas de movilidad para los posibles visitantes extranjeros toda vez que las plataformas que operan en la entidad, ninguna ofrece idiomas alternos a los tripulantes.
Podría seguir enumerando, las deficiencias que podría enfrentar el turismo internacional pero siendo prudentes, súmele Usted al clima de inseguridad que se vive diariamente, donde las ejecuciones, robos de unidades, asaltos a transeúntes, el robo a casa habitación, los asaltos a comercios, el robo a comensales, asaltos a cuentahabientes solo por mencionar algunos, eso es pan de todos los días.
La información completa, aquí:
“Transformamos Tlaxcala” en laboratorio de narcos…la guerra de las delegaciones