Por Roberto Nava
La cuenta regresiva para los alcaldes y presidentas municipales que anunciaron obras y acciones de relumbrón en sus primeros cien días de gobierno sigue corriendo de manera inexorable, y hay varios alcaldes bocones como el de Apizaco, que ya no sabe que hacer porque todas esas promesas que anduvo pregonando seguramente no las habrá de cumplir y con ello demostrará que el no mentir, no robar y no traicionar simplemente no es lo suyo.
Han pasado ya 15 días de su administración y la capital del crimen ha hecho valer ese mote que hoy pone a ese municipio como uno de los más peligrosos de la entidad.
A Javier Rivera Bonilla le tocó bailar con la más fea, obvio que sabía a lo que se iba a enfrentar y en que condiciones tomaría la presidencia, así que andar de llorón a estas alturas, no le queda.
Y mucho menos que justifique que no hay dinero para el pago de salarios para los cientos de empleados que laboran en la comuna apizaquense, ¿no que mucho varo?, si de verdad buscaría ayudar a sus nuevos empleados pudo haber prestado de su pecunio un par de milloncitos. ¿Oh no?
Lamentablemente para el ex priista ya vio que no será tarea fácil gobernar la capital del crimen, después de la balacera que se suscitó la semana pasada a plena luz del día por un comando armado de 30 sujetos, siiiiii leyó bien TREINTA malandros que llegaron a rafagear un domicilio impunemente.
La columna completa, aquí:
Rivera además de deslenguado, llorón…las grúas piratas de pañalón (ahorainformat.com)