Por Roberto Nava
Dos sucesos relevantes que empañaron el cierre de campañas y además prendió los focos de alerta en la entidad.
Primero fue el desmadre que protagonizó el PAÑALON quien no imaginó la campaña de odio que se centró en su contra porque su ñora la gobernadorcita no permitió qué el rorro inexperto cambiará de sede para su cierre de campaña y para ello fuera suspendido el evento musical denominado Tlaskalita.
Según mis fuentes al interior del grupo pañalón, doña LadyTupperware no titubeo para pedirle a su ama y señora, mandara a la chingada a una bola de “nacos y adictos” para que su marido luciera como tenía que ser.
Sin embargo, no imaginaron la reacción y el marcado enojo de los jóvenes que ya habían pagado sus accesos para disfrutar del evento musical y que no pudieron disfrutarlo porque el grupo pañales iba a ocupar el inmueble.
Incluso, al ver las consecuencias de sus excesos, no le quedo de otra al grupo pañales junto con el gobierno de su patrona para salir y justificar sus excesos que seguramente muchos de ellos se harán realidad el próximo domingo dos de junio en las urnas.
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