Por Roberto Nava
Con el arranque de campañas a medias, de candidatos a presidentes municipales de tres fuerzas políticas solamente ha contribuido para no tener que soportar infinidad de actos hipócritas de aquell@s que solo en temporada electoral se convierten en los seres amorosos, humildes, empáticos, solidarios, y un sinfín de calificativos que no cabrían en este corto espacio.
No se si Usted coincida conmigo y quizá sea un tanto grotesco, pero eso de que una familia sea la que nos tenga que gobernar no lo asimilo.
Perdóneme la expresión, pero en el caso de la capital, ya no sé si de a tiro estamos muy pendejos por permitir que un invento de la política tenga que tomar las riendas de un pueblo de guerreros al permitir como mansos corderitos que una familia ávida de poder y dinero sea la que defina el destino de tan importante municipio.
¿Le dice algo el apellido Sánchez Anaya?
La columna completa, aquí:
La fuerza de los pañales…las gallinas viejas del PRI y sus eventos pedorritos (ahorainformat.com)