Sin Censura… Corcholatas pobres, pobres corcholatas.
Por Roberto Nava.
Y como ya se veía venir, se acabó la calma en todo el país con la promoción de las corcholatas presidenciales y entre ellas será quien busque suceder al mesías gubernamental.
Como viles fariseos hipócritas, ya escuchamos infinidad de frases trilladas, vaya hasta somos amigos, hermanos, compañeros, brothers, y sin fin de calificativos que usan con tal de estar en los medios de comunicación de a grapa.
Así es, con el pretexto de que cuando lleguemos nos apoyamos, les echamos la mano, ayúdanos mi amigo, el candidato no se va a dar por malagrecido, pues en los hechos resulta todo lo contrario, porque están acostumbrados a tener publicidad gratis que los lleve al lucimiento personal.
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