Por Martín Ruiz
Por fin terminaron por irse pésimos funcionarios que a lo largo de tres años engañaron y vendieron espejitos de que Tlaxcala está mejor y que ahora sí existe.
Pero lo malo es que llegaron otros que representan la deslealtad y la traición, otros que son convenencieros y que por su ambición someterán, nuevamente, a un desgaste monumental a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros que no midió o le mintieron a la hora de hacer las designaciones de sus nuevos colaboradores.
Entre los lorenistas cayó muy mal el nombramiento del nuevo Coordinador de Planeación e Inversión, el ex dirigente del PRI en Tlaxcala, Noé Rodríguez Roldán, un político pusilánime que traicionó a su partido en los comicios por la gubernatura del 2021. Amparado por la noche acudía a la casa de la mandataria que ocupaba en el fraccionamiento Santa Elena para dar detalles y pormenores de la campaña de la abanderada del tricolor Anabell Ávalos Zempoalteca.
Rodríguez Roldán operó para que ciertas estructuras municipales del PRI dejaran de moverse por su candidata y se dedicaran a apoyar a la abanderada de Morena al gobierno de Tlaxcala, Lorena Cuéllar.
Tarde, pero su premio por su traición llegó a la mitad del sexenio, sin embargo su presencia en la administración estatal generó rechazo y asco porque los lorenistas saben perfectamente el nivel de calaña que representa el ex priista Noé Rodríguez.
Otro nombramiento que provocó críticas y repulsión fue el de Fabricio Mena Rodríguez, un ex diputado local del PRI que en la legislatura pasada se sometió a las órdenes de su cuñada Lorena Cuéllar y de Morena. Es un político mediocre como su hermano el ex gobernador Marco Mena, quienes sin ningún pudor se burlaron de los priistas tlaxcaltecas para entregar el poder sin dar pelea.
La columna completa, aquí:
Una decepción los cambios en el gabinete – Señorio Tlaxcalteca (e-consulta.com)