Por Martín Ruiz
La administración estatal de Lorena Cuéllar Cisneros parece que está perdiendo la batalla ante la inseguridad y la impartición de justicia.
Por más que lo intentan, las autoridades tlaxcaltecas no encuentran el camino o la ruta que les permita salir de la severa crisis de seguridad que enfrentan desde el inicio del actual gobierno y que se ha visto agravada desde la lamentable llegada del foráneo secretario de Seguridad Ciudadana, Alberto Perea Marrufo.
Los homicidios de mujeres de todas las edades continúan, las ejecuciones de varones también, así como tampoco se ha podido frenar que Tlaxcala siga siendo un tiradero de cadáveres.
Los expedientes se siguen acumulando en la Fiscalía General de Justicia del Estado sin que las investigaciones arrojen resultados positivos que lleven a detener a los asesinos y a los responsables de tanta violencia en la entidad.
Los asuntos de alto impacto o de relevancia mediática siguen pendientes y en algunos casos, existen más dudas que certeza sobre las investigaciones y las conclusiones a las que llegaron las autoridades responsables.
Ejemplos sobran, como el asunto de Edson N., acusado del asesinato del ex diputado panista Omar Milton López Avendaño, cuyo cuerpo semidesnudo y con signos de violencia fue encontrado el pasado 24 de diciembre del 2021 en los campos deportivos del “Potrero” en la comunidad de Tizatlán del municipio de Tlaxcala.
La columna completa, aquí:
Sin brújula la seguridad en Tlaxcala – Señorio Tlaxcalteca (e-consulta.com)