Por Martín Ruiz
Anet Popocatl funge como secretaria de Educación Bis en Tlaxcala.
Desde su designación como directora de Administración y Finanzas de la Sepe-Uset, se adueñó de la dependencia y ya se siente la reina, cuando su único mérito es ser ahijada de la gobernadora.
En un verdadero dolor de cabeza se ha convertido la directora de Administración y Finanzas de la Secretaría de Educación Pública en el Estado y la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala, Anet Popocatl Sandoval, quien desde el primer día que llegó a este cargo, se adueñó de la dependencia al grado de sentirse una reina la fifí de los burócratas del sector, pues es la que manda y ordena en todas las áreas.
Para su desgracia y sin saber a ciencia cierta cuáles son sus obligaciones como responsable de las Finanzas de la dependencia más grande del gobierno estatal, el único mérito que tiene esta bisoña funcionaria es ser ahijada de la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, quien fue su madrina de boda de un matrimonio que duró muy poco tiempo, pero cuyo marido, por conveniencia económica regresó a pedir perdón a su hogar para no vivir fuera del presupuesto.
De hecho, la flamante funcionaria ya es conocida como la nueva reina de la Sepe-Uset, superando por mucho a las dos cercanas colaboradoras del titular de la dependencia Homero Meneses Hernández, de nombres Cecilia y Mónica, quienes tuvieron que reconocer que sus influencias no llegan a tanto, pues todo mundo sabe que para tener privilegios altísimos, forzosamente deben ser ahijado de la mandataria estatal y si no lo cree, pregúntele al morelense Luis Antonio Ramírez Hernández, quien por ser ahijado de Lorena Cuéllar, lo designaron nada más y nada menos que como secretario de Gobierno, posición desde la cual ya aspira incluso a gobernar a la entidad.
Basta conversar con los trabajadores de cualquier área de la Sepe-Uset para conocer la actitud de prepotencia que ha asumido Anet Popocatl Sandoval, quien ahora se siente la dueña de la dependencia y se anda metiendo en todas las áreas para ordenar lo que a ella le plazca, bajo el pretexto de meter mano dura en esa oficina, para lo cual utiliza a sus allegados de nombres Jimy, Leticia y Miguel, los mismos que la acompañaban en el partido de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) donde los tenía mal comidos, pero ahora en la Sepe-Uset gozan de toda la cafetería a sus anchas.
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