Por Edgar García Gallegos.
El pasado fin de semana hubo dos eventos que marcaron la agenda de Tlaxcala.
Uno fue el segundo informe de la gobernadora de Tlaxcala con la presentación de miles de números que según engloban el desarrollo del Estado en 24 meses.
El otro fue la visita de quien dicen es la virtual presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Ambos actos debieron ser muy significativos para la Cuarta Transformación que gobierna Tlaxcala, pero en los hechos hay cosas que no cuadran con el desbordado optimismo de Lorena Cuéllar que Tlaxcala es un paraíso para vivir.
La narrativa del estado más seguro del país se mantuvo en el discurso de la morenista, y seguramente sus números oficiales son fundados, pero la percepción en las calles y en las casas es otra.
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