El Bestiario: Tlaxcala 2027: Morena va arriba, pero el hartazgo

El Bestiario…Tlaxcala sin rumbo: El llamado urgente a ajustar el timón.
Opinión de Edgar García Gallegos
En política, no basta con recorrer el estado y dar discursos si las señales que se reciben desde las comunidades son de hartazgo, molestia y frustración. En dos de las giras más recientes de la gobernadora Lorena Cuéllar, los reclamos ciudadanos fueron claros: desabasto de medicamentos, percepción creciente de inseguridad y ausencia de respuestas reales. No se trata de casos aislados, sino de la expresión legítima de un estado que comienza a perder la paciencia.
La realidad en Tlaxcala es más cruda que la narrativa que se repite todos los días desde el poder. Los hechos hablan por sí solos: asesinatos, linchamientos, intentos de justicia por mano propia y denuncias de acoso a menores en municipios que, hasta hace poco, presumían tranquilidad. Todo esto ocurre bajo la supuesta protección del “estado más seguro del país”, un discurso que, a estas alturas, ya pocos se creen.
La Secretaría de Gobierno, que debería ser el eje articulador de la política interna y la gobernabilidad, simplemente no se ve. No hay operación política ni estrategia de contención social. La calle está hablando, y quienes deberían escuchar y actuar, están ausentes. No basta con acompañar a la mandataria en eventos; hace falta dirección, liderazgo, capacidad de mediación y, sobre todo, presencia real en el territorio.
Todos los días escuchamos a una mandataria morenista insistir en que Tlaxcala es el estado que más ha invertido en seguridad en todo el país, pero entonces algo falla en la comunicación política, porque en las calles esa narrativa no se percibe así. La gente no siente seguridad, siente miedo.
En paralelo, el sistema de salud atraviesa una de sus peores crisis. Las protestas del personal médico en hospitales y centros de salud de Tlaxcala no solo denuncian la falta de medicamentos, sino también la ausencia de insumos básicos, equipo e incluso alimentos. La ciudadanía ha tenido que pagar de su bolsillo lo que el Estado no está garantizando. ¿Dónde está la promesa de cobertura total? ¿Dónde quedaron las palabras sobre la transformación del sistema de salud?
El gobierno debe asumir ya su papel como Ejecutivo y dejar de acumular pendientes. Si no hay cambios, este podría convertirse en el peor sexenio en materia de seguridad y salud en la historia reciente de la entidad.
No se puede hablar de gobernabilidad, seguridad ni bienestar mientras la ciudadanía enfrenta a diario el miedo, la incertidumbre y la indiferencia. Es momento de hacer ajustes reales en el gabinete, especialmente en áreas estratégicas como la Secretaría de Gobierno y el equipo responsable de la seguridad pública. Tlaxcala no puede esperar más.
La ciudadanía necesita respuestas, no excusas. Acción, no simulación. La gobernadora aún está a tiempo de corregir el rumbo, pero cada día que se deja pasar es un paso más hacia el descrédito total de una administración que prometió transformación, pero que hasta ahora, lo único que ha recibido —y seguirá recibiendo— son reclamos.
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El Bestiario…Tlaxcala sin rumbo: El llamado urgente a ajustar el timón. – La Bestia Política