Por Edgar García Gallegos.
En Tlaxcala no cabe duda que los aspirantes a los puestos de elección popular que están en juego en el 2024 iniciaron sus movimientos desde hace meses. Unos discretos, y otros pintando bardas y espectaculares. Los más visibles son aquellos que pretenden ser senadores y diputados federales.
Quienes detentan el poder en la Cuarta Transformación están confiados en la maquinaria de Morena y la estructura de la mandataria local, Lorena Cuéllar, para ganar las posiciones federales, y solo están a la espera de que definan los nombres de los afortunados, por lo que solo dejarán que la oposición alcance a disputar la primera minoría en el Senado.
Hasta ahí, son los datos que arrojan algunos estudios de opinión publicados en las últimas semanas, pero lo que no toman en cuenta en estas encuestas son los altos porcentajes del «No sabe», y «No Contesta».
Echarse a la hamaca sería el peor error de la 4T, pues en política no hay nada escrito, y hay factores que juegan como el desgaste del poder, la comunicación no efectiva, y otras cuestiones.
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