Por Isael Pérez Olivier.
No me deja de sorprender la torpeza política con la que se mueve Lorena Cuéllar Cisneros. Cada paso que da es un tropiezo garantizado. Sería gracioso seguir observándola sin hacer comentarios, si no fuera porque ese trastrabillar por momentos cómico, termina por generar caos y acaba con la paz social y la poca tranquilidad con la que vivimos. No soy un especialista en la salud mental de las personas y no lo pretendo ser, pero sus acciones de gobierno denotan un desorden conocido como piromanía, que no es otra cosa que: “un trastorno del control de los impulsos, los cuales se caracterizan por la presencia de una necesidad incontrolable de llevar a cabo un acto perjudicial o ilegal, sin tener en cuenta las repercusiones del mismo”.
A las cosas por su nombre y la última pifia de la ciudadana Gobernadora que derivó en una conflagración social, fue la privatización, sí, PRIVATIZACIÓN, con todas sus letras, del servicio médico de más de 20 mil familias de los trabajadores al servicio del estado, que le entregó a la empresa “Operadora de Servicios Médicos ML. S.A. de C.V.”, más conocida como Medical Life, por algo así como, cien millones de pesos, por un contrato de cinco meses, a través de una licitación pública nacional -o al menos eso dicen-, otorgada en segunda convocatoria a la única empresa participante. Lo que de inmediato provocó la movilización de los sindicatos de burócratas y maestros que se oponen férreamente al nuevo esquema de salud que los sentencia a muerte, de acuerdo a sus propias palabras.
A riesgo de que me califique Usted como mal pensado, sólo diré que, algo huele mal, muy mal. Tan es así, que me gustaría conocer el punto de vista del Diputado local Fabricio Mena Rodríguez, por cierto, cuñado de la mandataria estatal, sobre la tan controvertida transacción, pues me aseguran, que es un sujeto muy versado en los temas de Pensiones Civiles, pero, sobre todo, en el control y en el manejo del módulo médico y en las compras de medicamentos genéricos, claro, a precio de patente, durante el sexenio de su hermano Marco Antonio Mena Rodríguez. Créame, que con la información que nos quisiera compartir podríamos disipar muchas dudas, sin llegar al asombro.
Por cierto, al respecto me comentan, que los vastos conocimientos sobre los portafolios del negocio del tío Faby, ya están siendo compartidos con las niñas Cuéllar, mismos que incluyen: listas de proveedores de servicios y medicamentos, y claro, los márgenes de utilidades del negocio, para que sigan ellas con la tradición familiar.
Nada nuevo, si se me permite el comentario, pues desde que llegó la intolerante Lorena Cuéllar Cisneros a la titularidad del Ejecutivo local, su gobierno se ha destacado por sus acciones para acrecentar el patrimonio familiar que, según fuentes cercanas a la cúpula del poder, va desde algunas cuentitas bancarias aquí y allá, pasando por algunas casitas y pequeños negocios en Tlaxcala y alguna finca de descanso en Morelos, hasta unos que otros departamentitos en zonas exclusivas de Puebla y en algunos destinos de playas nacionales y también en el viejo continente. Porque si algo tienen las Cuéllar, es que tienen buen gusto para vivir y para viajar.
Pero en todo esto hay una conexión que no hay que olvidar, la ruta del dinero se cruza con la violencia que genera Lorena Cuéllar para imponer sus absurdos. Y nadie sabe por qué, pero tiene una fijación inaudita por acabar con los sindicatos de trabajadores al servicio del estado, a los que ha llevado, en más de una ocasión, al choque con los policías estatales sin importarle los posibles resultados.
Bueno, aunque me queda claro que es algo que no le importa, porque las manos de Lorena Cuéllar Cisneros ya están manchadas de sangre con la muerte de Beatriz; recuerda Usted, a la normalista que perdió la vida tras un enfrentamiento con los granaderos a los que mandó la mandataria estatal a la refriega con las estudiantes que pedían el suministro de comida para el internado.
¡Sí, caray!, también pienso lo mismo, al parecer la ciudadana Gobernadora no quiere acabar con los problemas, sino con las personas que se oponen a sus designios y a los grandes negocios como la privatización del servicio de salud de burócratas, maestros, policías, pensionados y jubilados. Pregunto, ¿De qué tamaño será la rebanada del pastel que le toca?, si a pesar de todo, está dispuesta a que corra la sangre al río, antes que reconocer que se hizo fuera de la bacinica.
Ojalá, que las bondades del nuevo esquema privado de salud para la burocracia estatal, sea aprovechado también por la propia Gobernadora para evitar, en la medida de lo posible, las costosas facturas a cargo del erario estatal por sus tratamientos médicos de alta especialidad en San Antonio, Texas, con el que intenta encapsular sus males ubicados a la altura del estómago, o las múltiples sesiones estéticas con hilos rusos y de ácido hialurónico en su rostro; y por qué no, hasta para las reconstrucciones de nariz de las presidentas honoríficas del Sistema Estatal DIF y del Consejo Consultivo de la Secretaría de Bienestar. Claro, y sería genial que sus tratamientos fueran con el mismo esquema de medicamentos genéricos. A ver si son tan buenos como lo pregonan.
Pero mientras eso ocurre, mí solidaridad y apoyo a la base trabajadora, que a duros golpes conocieron el verdadero rostro de La Chilindrina, que no es otro, que el de La Bruja del 71.
Se tenía que decir y se dijo.
Las breves de la semana…
Gracias 4T. ¡Dios mío!. ¿Qué fue lo que hicimos mal?, me pregunté, mientras veía a los policías estatales reprimir con gas lacrimógeno a la base trabajadora al servicio del estado que se manifestaba pacíficamente. ¡Ah, sí, ya sé!, de inmediato recordé, en las urnas fuimos nosotros mismos quienes depositamos la confianza en Morena y en su 4T, lo que le permitió a la mujer más votada en la historia conducir el destino de nuestra entidad; la misma que de a poco, nos va llevando con su sagacidad y agudeza política a una convulsión social. Sí, así fue, Usted y yo votamos por nuestro verdugo. Tómelo en cuenta…
Se le hace bolas el engrudo. Dicen que al constructor favorito de la Gobernadora, ajá, el que algún día fue su chofer, nomás no puede con la edificación de la Universidad Benito Juárez. Y eso que es un proyecto que carece de complejidad arquitectónica, Dios nos libre de que le den un puente porque se le puede venir abajo, como el mundial de voleibol de playa a su suegra…
La demencia senil del inquilino de Palacio Nacional no tiene límites, y es que felicitar a Lorena Cuéllar Cisneros, por sus esfuerzos en materia de seguridad ciudadana es una verdadera mentada de madre para los tlaxcaltecas que vivimos en carne propia las chilindrinadas de la mandataria estatal. Y por lo que a mí respecta: “la tuya que está en vinagre”, AMLO…
Toca agradecer a familiares y amigos por todos sus buenos deseos y muestras de cariño con motivo de mi cumpleaños, pero sobre todo a Usted que me distingue con el favor de su atención. Infinitas gracias.
Hasta la próxima…