Algo debemos agradecerle a la presidenta Claudia Sheinbaum: que su estrategia de seguridad no contempla los abrazos ni las acusaciones de los delincuentes con sus mamás o sus abuelitas.
El resto es la confirmación de la estrategia lopezobradorista, quizá con el agregado de la creación de la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial.
La banalización del combate a la delincuencia hecha por López Obrador generó, por lo menos, el 90% de las críticas que recibió el tabasqueño en todo su sexenio.
López Obrador planteó, al igual que ayer lo hizo la Presidenta, “atender las causas’’, lo cual se haría entregando dinero a los jóvenes para que no se involucraran en actividades criminales.
La consolidación de la Guardia Nacional, que tuvo por lo menos 4 años para probarse, es otro tema que se espera sea superado luego de su paso de la Secretaría de Seguridad a la de la Defensa Nacional.
La creación de la Subsecretaría de Inteligencia marcará la diferencia entre las dos estrategias, la de López Obrador, fracasada, y la que se presentó ayer.
La columna completa, aquí:
Inteligencia en lugar de abrazos y chanclazos, la propuesta de Sheinbaum (msn.com)