Por Lucero Cervantes
Las autoridades estatales han dado un giro a la estrategia estatal de seguridad.
De cara al cambio de gobierno en los municipios, se busca establecer compromisos con los nuevos ayuntamientos para que no se repitan situaciones que comprometan los resultados de las acciones en esta importante materia.
A menudo se pasa por alto que corresponde a los gobiernos municipales atender los escenarios de inseguridad en sus demarcaciones.
Ciertamente, los presupuestos municipales no privilegian la atención de la seguridad pública, y muchas veces, la voluntad política de los propios alcaldes, tampoco.
Por eso vemos que los cuerpos de seguridad municipales no están a la altura de las expectativas en certificación, capacitación y equipamiento.
Ante esa realidad, el gobierno de Lorena Cuellar tuvo que interceder, precisamente, para garantizar que las labores de seguridad en el estado dieran resultados.
Su administración ha destinado, en tres años, más de mil millones de pesos en infraestructura, tecnología y equipos de seguridad. Con ello, se logró abatir casi dos décadas de rezagos.
Y en este escenario, resaltan los apoyos para dotar a los municipios de patrullas, uniformes, capacitación y certificación.
También, el interés de que cada municipio cuente con un C2 conectado al C5i, un proyecto ambicioso, pero con altura de miras, para establecer nuevas bases de colaboración contra la inseguridad de cara al futuro.
Tlaxcala puede presumir que se ha mantenido 24 meses como el estado con la incidencia delictiva más baja en México. Y cuando se analiza la situación de seguridad en el país, el logro de la entidad resalta por sí mismo, ya que, siendo el estado territorialmente más pequeño y con menos presupuesto, ha logrado contener la actividad delictiva.
Y esto se ha conseguido porque el gobierno estatal no ha dejado a su suerte a los municipios, que además de apoyos en seguridad, han recibido recursos adicionales en obras y apoyos, porque se entiende que la seguridad no solo tiene que ver con policías y patrullas, sino con mejores servicios, con calles pavimentadas e iluminadas, con vías de comunicación plenamente habilitadas, con viviendas dignificadas.
Por eso es importante que, desde ahora, la titular del Ejecutivo vaya por delante y convoque a los 60 nuevos ayuntamientos a colaborar, y a coordinarse en torno a los acuerdos emanados de las Mesas de Construcción de Paz y Seguridad, un espacio interinstitucional que ha resultado eficaz para enfrentar la complejidad del fenómeno delictivo.
Esperemos que las nuevas autoridades municipales asuman este compromiso a cabalidad y conciencia para responder con más contundencia a la demanda ciudadana de condiciones de tranquilidad y paz social que estimulen el crecimiento económico y el desarrollo social de Tlaxcala.