Por Martín Ruiz
Para muchos, o quizá para unos cuentos, según lo quieran ver, no pasó desapercibida la exposición que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo de Oscar Flores Jiménez, titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la SEP, ante la futura mandataria del país Claudia Sheinbaum Pardo y la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros.
El domingo pasado durante la presentación de la evaluación de programas y proyectos de educación que se llevó a cabo en la plaza del huehue del municipio de Yauhquemehcan, fue evidente el afecto de López Obrador a su colaborador, pues fue una de las pocas figuras tlaxcaltecas que estuvo en el presídium, como si la intención fuera placear a un “obradorista puro” que al no lograr ni un cargo de elección popular en los pasados comicios, sí está disponible para participar en la sucesión por el gobierno de Tlaxcala que prácticamente ya arrancó y que culminará en el 2027.
Llamó la atención que al evento no haya sido convocada la senadora reeleccionista Ana Lilia Rivera Rivera, una de las más adelantadas en esa carrera. También fue notorio que el penúltimo evento oficial de López Obrador como presidente se haya realizado en Yauhquemehcan y no en la capital de Tlaxcala como inicialmente se tenía programado.
La columna completa, aquí:
Los movimientos y pasos de la adelantada sucesión – Señorio Tlaxcalteca (e-consulta.com)